Libro vs. serie: ¿están los fans contentos con la nueva apuesta de Netflix?

El pasado 28 de julio, Netflix estrenaba Un cuento perfecto, basado en la novela homónima de Elísabet Benavent. Os contamos las diferencias y semejanzas con la serie.

No es la primera vez que la gran plataforma decide adaptar una novela popular a serie. De hecho, ya ocurrió con Valeria, una saga de libros escrita por la misma autora. Pero siempre que esto ocurre los fans se dividen entre los que la aman o los que la odian, en función de cuánto del libro haya en ellas.

Anna Castillo y Álvaro Mel promocionando Un cuento perfecto
Anna Castillo y Álvaro Mel son los protagonistas de «Un cuento perfecto» – Fuente: Instagram @netflixes – Tele-visionando.es

Un cuento perfecto es la nueva propuesta de Netflix para su repertorio de comedias juveniles románticas. Está basada, al igual que muchas, en el libro homónimo de Elísabet Benavent y comprende cinco capítulos de entre 35 y 55 minutos. Con Álvaro Mel y Anna Castillo como protagonistas, la miniserie pretende ser una adaptación acertada de la novela.

Partimos de que una serie y un libro son productos distintos y, por tanto, utilizan un lenguaje que también funciona de manera diferente. Cada uno requiere y se presta a unas características. Y esto es precisamente lo que ocurre con la adaptación de la novela. La primera diferencia se da entre la intimidad y profundidad de los personajes. Y es que Elísabet Benavent destaca por esto mismo: los monólogos interiores.

En la historia en papel, seguimos a Margot y David a través de sus sentimientos y pensamientos, lo que nos permite conocerlos más profundamente. Esto también ayuda a que conozcamos sus motivaciones y comprendamos las decisiones que toman. Sus emociones hablan en idiomas distintos, uno leído, otro visual. Es esta, por tanto, la mayor reticencia (sin serlo por completo) que separa a uno y otro producto.

Escenas calcadas: fans contentos

Uno de los grandes aciertos de esta adaptación es que muchas de las escenas que ocurren en el libro han sido reproducidas tal cual suceden. Además, otro plus es que para el guion han tomado fragmentos de los diálogos reales que se dan en la novela. Este tipo de detalles consiguen que los personajes leídos y los audiovisuales confluyan en un mismo ser y que entonces se entiendan como la misma persona. Por lo tanto, su historia también se entiende como fruto de una base común.

escena Un cuento perfecto
Muchos de los diálogos han sido cogidos del libro – Fuente: Instagram @netlfixes – Tele-visionando.es

Aunque la complicidad entre el lector y el personaje no funcione de una manera absolutamente calcada, sí es similar. A esto se suma la voz en off de los protagonistas, que colabora a conformar esa atmósfera de intimidad que únicamente conseguimos cuando leemos un libro. En definitiva, podemos aseguraros que no os decepcionará.

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