¿The Newsroom está perdiendo su esencia?

Newsroom
Parece que las críticas que recibió ‘The Newsroom’ durante la primera temporada han pesado más que los elogios, porque en la segunda temporada la serie ha optado por dedicarse más al desarrollo de los personajes y ha dejado en segundo plano los hechos reales haciendo una crítica más superficial de los medios y el mundo que los rodea. En definitiva, la serie está perdiendo las señas de identidad que engancharon a muchos telespectadores que ya echan de menos algunos de los alicientes del comienzo.

‘The Newsroom’ recibe críticas y elogios y colecciona detractores y defensores a partes iguales, pero si en algo coinciden aquellos que se hayan acercado a la ficción coincidirán en que uno de los puntos fuertes de la serie era el tratamiento que hacía de algunas noticias del pasado reciente de Estados Unidos. Pero parece que los creadores de la serie no han podido con la presión de las críticas o han pensado que quizá ese punto no era tan atractivo porque se lo están cargando.
 
En la segunda temporada, que cuenta con nuevos guionistas, apenas queda un rastro de la esencia que nos enamoró en la primera y ahora el grueso de la serie se centra en ahondar en las relaciones de unos personajes muy inestables emocionalmente, además de introducir sucesos ficticios que están rellenando gran parte de la temporada en detrimento de los hechos. Ese giro ficcional que está dejando de lado la veracidad y el rigor ha tornado en una redacción que comete errores, algo que no vimos en la primera tanda de episodios.
 
En cuanto a las críticas hacia el partido republicano, algo que se le ha reprochado a la serie, durante la segunda temporada se está equilibrando la balanza y está demostrando que tampoco tiene reparo en cargar contra el partido demócrata. El punto negro de este hecho es que el mensaje que se percibe no es que la serie tenga lo que debe tener para criticar a unos o a otros, sino que es un esfuerzo por agradar a ambos, convirtiendo lo que podría ser una virtud en un defecto.
 
Es decir que la ficción se está erigiendo sobre la realidad en una serie que nos tenía acostumbrados a aleccionarnos en numerosos apartados y que está perdiendo el atractivo intelectual por el divertimento. Seguro que ‘The Newsroom’, que se emite en España desde el pasado mes de septiembre, cosechará menos críticas a partir de ahora, pero tampoco reunirá elogios si continúa perdiendo sustancia a favor de los fuegos artificiales, que distraen, son bonitos, pero no dejan poso y hacen perder el interés. Veremos si es lo que sus creadores quieren, o simplemente se recordará como una temporada de transición de cara a una tercera entrega de episodios emocionante.

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