Tarantino y Samuel L. Jackson han trabajado juntos desde Pulp Fiction. Esta es la película en la que ambos se reencuentran que no te puedes perder.
Quentin Tarantino está considerado uno de los mejores directores de la historia del cine. La crítica ha aplaudido casi la totalidad de sus películas, empezando por Reservoir Dogs, estrenada en 1992 y concebida por muchos como la mejor ópera prima jamás creada. Desde entonces, el cineasta se ha caracterizado por un estilo muy marcado en el que la sangra mana a borbotones de cualquier herida incluso en los momentos menos propicios, en el que la violencia juega un papel preeminente y en el que se reflexiona continuamente sobre el origen de la maldad en el ser humano.
Tarantino confió para esta tarea a Samuel L. Jackson, que ya destacó por su papel de asesino en Pulp Fiction (1994), por encarnar al Maestro Windu en la saga Star Wars y a Nick Furia, el carismático líder de S. H. I . E. L. D. en el Universo Cinematográfico de Marvel. Sin embargo, hacía tiempo que intérprete y director no se veían las caras. Hasta que llegó en 2015 Los odiosos ocho.
Su sinopsis oficial reza así: «Pocos años después de la Guerra de Secesión, una diligencia avanza por el invernal paisaje de Wyoming. Los pasajeros, el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), intentan llegar al pueblo de Red Rock, donde Ruth entregará a Domergue a la justicia. Por el camino, se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado de la Unión convertido en cazarrecompensas de mala reputación, y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff del pueblo. Como se aproxima una ventisca, los cuatro se refugian en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias de un puerto de montaña. Cuando llegan al local se topan con cuatro rostros desconocidos: el mexicano Bob (Demian Bichir), Oswaldo Mobray (Tim Roth), verdugo de Red Rock, el vaquero Joe Gage (Michael Madsen) y el general confederado Sanford Smithers (Bruce Dern). Mientras la tormenta cae sobre la parada de montaña, los ocho viajeros descubren que tal vez no lleguen hasta Red Rock después de todo».
Un western con tintes de thriller
Aunque emplazado en una atmósfera de época, Los odiosos ocho no es un western al uso, sino que combina elementos más propios del cine policial y de las novelas de grandes maestros del noir como Agatha Christie y Arthur Conan Doyle y los mezcla en un cóctel atrapante.
A pesar de sus tres horas de duración, Tarantino vuelve a conseguir que el espectador no despegue los ojos de la pantalla hasta la última secuencia. Con un Samuel L. Jackson inmenso y un Kurt Russel que parece haber dejado atrás sus torpes inicios en La cosa de John Carpenter, hacen de este filme una cinta memorable y muy recomendable para los fans del sangriento cineasta.
