El indiscutible maestro desplegó todo su arsenal en esta película de mediados de los 50. La película de Hitchcock que revolucionó el suspense
A estas alturas, cualquiera que sea mínimamente aficionado al cine puede asegurar sin pensarlo dos veces que Alfred Hitchcock es el maestro indiscutible del suspense. En un época gobernada por los westerns del legendario John Ford y los geniales guiones de Orson Welles, Hitchcock sipo abrirse camino de la forma más revolucionaria posible: convirtiéndose en el padre de un género que aún no había visto la luz el thriller.
Muchos recordarán La soga, aquella genial adaptación de una obra de teatro en la que la tensión estaba servida desde el primer instante. Otros tendrán más reciente Psicosis, la adaptación de la fantástica novela homónima de Robert Bloch en la que se exploraban por primera vez trastornos psicológicos reales. Pero, sin duda, una de las que más huella ha dejado entre los amantes del buen cine es La ventana indiscreta.
Hitchcock recupera para la cinta al mejor James Stewart, que poco después prestaría sus servicios al Oeste en El hombre que mató a Liberty Valance, de John Ford, y a una Grace Kelly que deslumbraba con su mirada a los espectadores en una atmósfera cerrada y claustrofóbica en la que el más mínimo paso en falta logra desatar la trama. La sinopsis oficial reza así: «Un reportero fotográfico (Stewart) se ve obligado a permanecer en reposo con una pierna escayolada. A pesar de la compañía de su novia (Kelly) y de su enfermera (Ritter), procura escapar al tedio observando desde la ventana de su apartamento con unos prismáticos lo que ocurre en las viviendas de enfrente. Debido a una serie de extrañas circunstancias empieza a sospechar de un vecino cuya mujer ha desaparecido».
La crítica
La ventana indiscreta se ha colado en el puesto número 65 de las mejores películas de la historia del cine en una lista elaborada por el portal web de opiniones FilmAffinity. El máximo responsable del sitio Pablo Kurt expresaba su fascinación por la cinta en los siguientes términos:
«Paradigma del talento del maestro Hitchcock de cómo contar una historia y mantener un suspense asombroso… sin moverse de una habitación y con un patio como único e intrigante paisaje. La brillante trama: un fotógrafo, confinado temporalmente a un silla de ruedas con la pierna escayolada, sospecha del extraño comportamiento de un vecino. El «voyeur» es el gran James Stewart. Pero no menos geniales están Grace Kelly (como su novia de la alta sociedad) y Thelma Ritter (su enfermera). Estas acompañan al espectador en la conversión de «mujeres escépticas» a «cómplices de su investigación». Una obra de un poder narrativo sin igual, absolutamente imprescindible».
