La segunda mejor serie de sátira americana. La mejor sátira de la vida americana en televisión después de ‘Los Simpson’
Pocas series en las que se pueda pensar hoy en día han tenido tanto éxito como Los Simpson. La gran obra maestra de Matt Groening ha cautivado a varias generaciones a lo largo de más de veinte años y casi treinta temporadas de emisión ininterrumpida en televisión. Muchos de nosotros se han criado con la ironía de Homer, con los reproches de Marge, con la socarronería de Bart, con la condescendencia de Lisa y con la violencia de Maggie, así como con las características únicas de un centenar de personajes que han hecho de la serie de la familia amarilla una de las más veneradas de todo el globo.
Su surgimiento no solo supuso una sátira tan mordaz como inteligente al estilo de vida americano. También un pistoletazo de salida como nunca antes lo había habido a la animación para adultos, ese subgénero del que a partir de ese momento la televisión tendría muy difícil desprenderse.
El humor irreverente
Quizá una de las mejores muestras, de los discípulos más aventajados de Groening, sea Padre de familia. Su sinopsis oficial reza así: «Conocida por su humor negro e irreverente, la serie gira en torno a las aventuras de Peter Griffin y su disfuncional familia. Peter trabaja en una fábrica de juguetes; es irresponsable y juerguista. Lois es ama de casa y profesora de piano. Tienen tres hijos: Chris, un muchacho algo lento que lleva un artista en su interior; Megan, una adolescente con problemas de integración en la escuela; y Stewie, un bebé diabólico que sueña con conquistar el mundo. También vive con ellos Brian, un perro sumamente inteligente que se comporta como un humano. Otros personajes habituales son Joe, un expolicía parapléjico; Cleveland, un amigo de Peter; y Quagmire, un soltero obsesionado por el sexo».
Si Padre de familia ha logrado triunfar tanto como lo ha hecho, ha sido gracias a hacer gala de un humor negro e irreverente, capaz de reírse de los temas más tabúes, de proferir palabrotas sin ningún miramiento y de dibujar unos personajes que encarnan lo peor de la sociedad.
En Padre de familia no se busca explotar la singularidad de cada personaje, sino que todos, absolutamente todos, sueltan veneno cada vez que hablan, no dan puntada sin hilo. Eso es lo que convierte a esta serie en verdaderamente única.
