El jugador regresa a la que fue su casa, el Sevilla FC, y lo hace con su mujer y cuatro niños que estuvieron presentes.
Sergio Ramos fue presentado ayer en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante más de 20.000 sevillistas en las de un campo que vuelve a aplaudir al camero tras su salida para fichar por el Real Madrid hace ya 18 años. El central no estuvo solo en este acto y en todo momento le acompañó Pilar Rubio junto a sus cuatro hijos.
El central del Sevilla estaba dando su discurso y aprovechó el momento para dirigirse a su familia. Ramos interrumpió lo que estaba diciendo y se bajó para abrazar a sus hijos y su mujer. “Me fui estando soltero. Vuelvo con mi mujer, con cuatro niños, y quiero agradecerte ser mi compañera de viaje y tener cuatro estrellas que nos iluminan. No tenía sentido tomar otra decisión”.
Tras el mensaje de cariño, Sergio Ramos cogió a Pilar Rubio y le dio un beso de película, algo que levantó el griterío en la grada de un estadio que celebró el beso como si de un gol se tratase.El jugador también agradeció a su hermano todo lo que ha conllevado el complicado fichaje por la entidad sevillista. “A mi hermano René, que ha estado siempre conmigo, disculpad que me emocione. Va a ser un día difícil, porque hemos pasado mucho desde que nos fuimos y siempre hemos compartido hombro con hombro. 18 años después, seguimos estando fuertes, firmes y que nos quiten lo ‘bailao’”, dijo.
Pilar Rubio recibió un mensaje cariñoso de Sergio Ramos durante su presentación
«Siempre he dicho que antes de morirme me gustaría ganar un título con mi equipo del alma. Ojalá podamos lograr los objetivos del equipo, que seguro que sería algo inolvidable», indicó el defensa de Camas. Aseguró que «siempre» se mueve «por emociones y sensaciones» y que cuando elige un proyecto es porque cree «realmente en él», con lo que «ojalá tenga la suerte de volver y levantar un título como Jesús y Rakitic«.
Para terminar, se acordó de los que ya no están y de gente muy especial. “Terminando, quería acordarme de tres personas que han marcado la diferencia en mi vida. Uno es Antonio Puerta, con el que tenía una deuda. A mi abuelo, por hacerme sevillista de cuna. A mi padre, a mi viejo, por haberme convertido en la persona en la que me he convertido. Gracias a él, a la personalidad que siempre me inculcaste desde pequeño. Lo he intentado hacer de la mejor manera, hoy estoy también por ti. Nos merecemos irnos de aquí por la puerta grande, ya solo falta aportar mi rendimiento, eso depende de mí y tengo tablas suficientes. Eres mi fuente de motivación cada día para jugar al fútbol.”
