Breaking Bad pudo tener tres capítulos más a cambio de 75 millones de dólares

DreamWorks Animation puso sobre la mesa la friolera de 75 millones de dólares por tres episodios más de ‘Breaking Bad’, es decir, 25 millones por capítulo. El interés de la compañía de animación buscaba tantear el terreno y ver cómo reaccionaba la gente, ya que los episodios habrían estado disponibles en la red, previo pago. Una fórmula que, seguro, habría aportado ganancias a ambos, pero que habría desvirtuado la serie, que ya tenía su final escrito. Aún así, esta es la crónica de lo que pudo ser y no fue.

Seguro que si a cualquier fan de ‘Breaking Bad’ le hubieran preguntado por la posibilidad de disfrutar de tres episodios más, no lo habría dudado, la respuesta habría sido afirmativa. Pero para Vince Gillian ha pesado más la calidad que la cantidad, y no era poca cantidad, para bien de la serie y el final permaneció tal y como se escribió. Detrás de esta historia está ni más ni menos que Jeffrey Katzenberg, o lo que es lo mismo, el consejero delegado de DreamWorks Animation, que ofreció 75 millones de dólares (55,5 millones en euros) por tres capítulos adicionales de ‘Breaking Bad’, es decir, a 25 millones de dólares el capítulo, una cifra nada desdeñable.
 
Según explicó en Mipcom, feria de contenidos audiovisuales, los tres capítulos tendrían que haber estado divididos en 30 partes de 6 minutos cada uno y haber estado disponibles, previo pago, para dispositivos móviles: «En mi cabeza no había ninguna duda de que habría seis, siete, ocho millones de personas que comprarían esos episodios. De que al mediodía, cuando salieran, todo el mundo los estaría esperando» explicó.
 
DreamWorks quería explorar un terreno desconocido
 
La propuesta se le ocurrió algo tarde, a seis semanas del esperado final, cuando aún, según reconoce, “no tenía ni idea de cómo iba a ser”. La intención era tantear la reacción del público y ver si la gente estaría dispuesta a pagar a través de internet por un contenido de este calibre. La prueba era idónea, ya que la atracción del público era máxima ante uno de los finales de serie más esperado que se recuerda, por lo tanto, si el público no respondía con este contenido, difícilmente lo haría con otro de menor atractivo.
 
La idea se le ocurrió pensando en esos espacios de tiempo vacíos que hoy en día las personas llenamos buceando en nuestros dispositivos móviles, por eso le pareció que habría que explotar esa vía ofreciendo contenidos de calidad «Cuanto mayor sea la calidad de lo que los llena, más pagará la gente», comentó.
 
Según afirmó, no hay que tener miedo a explorar este tipo de posibilidades por una pérdida de espectadores en televisión, porque de igual manera que la pequeña pantalla no acabó con el cine no sucederá en este caso: “La experiencia mediática simplemente se vuelve más rica y satisfactoria”.
 
Pero nunca sabremos si la respuesta del público habría sido positiva o no, porque, afortunadamente para quienes hemos seguido la serie, los productores rechazaron la propuesta para no desvirtuar la serie por motivos económicos. Aunque es un suceso extraño en nuestros días, prevaleció la calidad de un final que ya estaba escrito, aunque hubo varias opciones, a la posibilidad de engordar el saco. La respuesta del público, 10,3 millones de espectadores.