Sara Carbonero e Iker Casillas cambian el beso por un abrazo

Sara Carbonero e Iker Casillas cambian el beso por un abrazo. No se repitió el momentazo de la final del Mundial de 2010 en el que el capitán de la selección Iker Casillas sorprendía con un beso en vivo y en directo a su novia Sara Carbonero durante una entrevista post-partido. En esta ocasión nos hemos tenido que conformar únicamente con un abrazo de la pareja, ya que no quisieron complacer a los espectadores y todo quedó en algo mucho más sencillo. Quizás los protagonistas decidieron no convertirse esta vez en protagonistas y dejar que todos los focos se centrasen en el triunfo de la selección.


Fue uno de los momentos del Mundial de fútbol de 2010. No sólo en nuestro país, sino que el beso que le robó Iker Casillas a su novia, Sara Carbonero, dio la vuelta al planeta por su naturalidad y sinceridad con la que dejó a todo el mundo sin palabras, incluso a la propia Sara que no podía creerse lo que acababa de ocurrir. Se convirtieron en la pareja del momento y en la más conocida dentro del ámbito del fútbol, aunque luego llegarían como un ciclón Gerard Piqué y la cantante colombiana Shakira y pasarían a un segundo plano. 

En aquel momento, el portero de la selección se mostró tremendamente emocionado, agradecido, y en ese afán por dar las gracias a todos aquellos que le habían apoyado no pudo evitar demostrárselo también a su pareja. Hoy, el capitán, mucho más tranquilo, ha decidido no sucumbir a la tentación en directo. 

Lo cierto es que la guapa enviada especial del equipo de Mediaset para la retransmisión de la Eurocopa en Ucrania y Polonia había sido durante las últimas semanas foco de muchas críticas de los espectadores, sobre todo a través de la red social Twitter. Muchas veces con sentido del humor, y otras con cierta maldad, los comentarios sobre su trabajo han sido constantes. Quizás el más sonado haya sido el error que Carbonero tuvo durante la entrevista con Andrés Iniesta tras la semifinal frente Portugal en la que pregunto al mediapunta manchego si le hubiese gustado lanzar uno de los penaltis, cuando de hecho había lanzado el segundo. Un nuevo beso hubiese significado una nueva oleada de comentarios que quizás hayan querido evitar. 

Además, el difícil momento que está atravesando la reportera tras el fallecimiento de su abuelo, hace totalmente comprensible que la pareja evitara momentos excesivamente emotivos frente a la cámara. 

Por nuestra parte decir que esperamos que en el próximo mundial de 2014 ambos puedan tener una nueva oportunidad de verse las caras en directo, y de abrazarse o besarse, como prefieran, tras una nueva victoria de España.