Pesadilla en la cocina: Chicote se enfrenta al italiano Vivaldi

Pesadilla en la cocina: Chicote se enfrenta al italiano Vivaldi. El chef tendrá delante otro reto especialmente complicado porque no sólo el restaurante necesitará reformas. El dueño y chef del Vivaldi, formado en las prestigiosas escuelas de cocina italianas, Giuliano, está sumido en la tristeza y la desidia y el restaurante lo refleja, siendo una sombra muy oscura de lo que un día fue, uno de los referentes en el centro de Barcelona. Su delicada situación personal será lo que más le cueste a Chicote reparar, aunque para ello, contará con la ayuda de los dos hijos de Giuliano.

El programa culinario de LaSexta visita en su programa de este jueves, a partir de las 22:30 horas, un restaurante italiano en pleno centro de Barcelona, el ‘Vivaldi’. El negocio un día fue todo un referente de la cocina italiana en la ciudad condal, pero hoy vive días muy negros y está al borde del desahucio. La caída de este veterano restaurante viene de años atrás, cuando el carácter amargo y egoísta de su dueño, Giuliano, terminó afectando al negocio y a su matrimonio. Su mujer le abandonó por uno de los clientes del restaurante y Giuliano perdió el ánimo y la pasión que tuvo en la cocina, abocándose al fracaso.
 
El restaurante está en una situación pésima y nada funciona, la falta de actitud de su dueño lo ha convertido en un restaurante desorganizado. El chef Chicote tendrá que hacer gala de su aplomo para levantar un restaurante lleno de polvo, con especias caducadas hace diez años, mesas calzadas con servilletas, un desorden total donde los segundos platos salen antes que los primeros y las comandas de unas mesas terminan en otras.
 
Giuliano pone a prueba a chicote
 
En cuanto a la comida, el chef Chicote, que viene de un restaurante donde el dueño aprendió cocinar viendo ‘Ratatouille’, será testigo desde un primer momento de la situación, cuando mientras elige que plato de la extensa carta pide, el dueño le empieza a traer platos a la mesa, porque no tiene nada de la carta y le trae lo que tiene. Además, Giuliano presume de una pasta fresca que no lo es y pone a prueba a Chicote para comprobar que sabe tanto de cocina como dice.
 
La alargada sombra del desahucio
 
La caída del restaurante está directamente relacionada con la caída sentimental de su dueño, pero no es el problema principal del restaurante, porque poco antes de la visita de ‘Pesadilla en la cocina’, Giuliano recibe la carta de desahucio y, si no hace nada para evitarlo, en 10 días será desahuciado. En este contexto tan dramático sólo hay algo positivo, y es que los dos hijos de Giuliano están dispuestos a hacer lo que sea para ayudar a su padre y levantar el negocio.
 
Giuliano hijo, con tan sólo 17 años y un bebé de pocos meses, está dispuesto a ayudar a su padre para que recupere la cordura y la pasión, ayudándole en la cocina, mientras su hermano hará las veces de pinche y camarero.
 
El equipo de ‘Pesadilla en la cocina’ intentará devolver la pasión tanto a Giuliano como al restaurante, dando un giro al local, aunque su dueño no se lo pondrá nada fácil, ni al equipo ni a Chicote, que tendrá que lidiar con sus pruebas para comprobar que sabe de cocina italiana. El chef tendrá otro duro reto por delante después de su experiencia en ‘El Parador de Villa’, que finalmente no se traspasa como apuntaban algunas informaciones.